Si vivimos juntos la tradición de la gastronomía española, la comida termina por sacarnos una sonrisa. Por eso, en 1995, decidimos crear formas ingeniosas para compartir lo mejor de nuestros sabores, logrando que más personas probaran aquellas comidas que para nosotros saben a felicidad. A partir de entonces, trabajamos en equipo y vivimos la pasión de preparar tapas y pinchos hechos con el corazón. Ideados para acompañar y generar agradables momentos en compañía y vivir historias inolvidables.